Lo primero que debemos hacer es exfoliarla para eliminar todas las impurezas que puedan ocasionar futuros granos o espinillas, siempre debemos hacerlo de manera firme pero suave para no ser agresivos con nuestra piel.
Existen remedios profesionales y naturales, pero pueden optar por uno bien sencillo y con muy buenos resultados.
Solo se necesita mezclar azucar blanca con miel de abejas, hacer una pasta ( es importante que se sientan los granitos de azucar) y aplicar en el rostro con movimientos circulares firmes pero suaves para eliminar las impurezas y piel muerta , una vez que se exfolie muy bien toda la cara, se enjuaga con abundante agua tibia y se finaliza con agua fria para sellar los poros, notaras que tu piel ha quedado suave, limpia y luminosa.
Para mejor resultado, luego que enguajes este exfoliante con abundante agua tibia hasta eliminar todo residuo de azúcar y miel, puedes aplicar gel de aloe ( la parte transparente de la hoja) dejar actuar por 20 o 30 minutos y luego aclarar con agua fria.
Se debe evitar el agua caliente en todos los casos, ya que ésta destruye la capa natural de protección de la piel, conformada por agua y grasa. acelerando el proceso de envejecimiento.
En cambio el agua fria contribuye a tonificar los músculos de todo nuestro cuerpo incluyendo el rostro, pues aumenta y favorece la circulación sanguínea, produciendo más oxigenación y evitando la flacidez de la piel.
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